El Yin y el Yang es el pilar fundamental de la macrobiotica, pues todas sus enseñanzas están basadas en este principio, en virtud del cuál, todas las situaciones, fuerzas o energías que se producen en nuestra vida, en nuestro entorno, en el planeta y en el universo están relacionadas entre sí. Concretamente aquellas que son antagónicas se interrelacionan complementandose a pesar de ser opuestas y conforman una unidad. Por ello, la macrobiotica con sus alimentos orienta sus esfuerzos en analizar el comportamiento de todas estas fuerzas, para comprender como se complementan y en que punto alcanzan su equilibrio dos fuerzas opuestas. De esa forma se puede asimilar cuál debe ser la intensidad exacta de cada una de esas fuerzas que van a influir en la vida cotidiana consiguiendo así acercarse un poco más a una vida equilibrada.
Las fuerzas opuestas, pero complementarias
Las fuerzas o energías que se dirigen hacia afuera, centrífugas, de separación o de expansión, conocidas como energías YIN, simbolizadas con el color oscuro del símbolo YIN YANG.
Las fuerzas o energías que se dirigen hacia dentro, centrípetas, o de contracción, concentración, conocidas como energías YANG, simbolizadas con el color blanco del símbolo YIN YANG.
Toda interacción de fuerzas o energías, se puede describir perfectamente a través una ecuación cuyas variables son el YIN y el YANG.
Esta ecuación es capaz de mostrar en qué punto dos fuerzas o energías opuestas encuentran su equilibrio, pero siempre teniendo en cuenta que ninguna de esas variables es completamente YIN ni completamente YANG, sino que siempre una energía es más YIN o más YANG respecto a la otra variable o energía de la ecuación del equilibrio.
Por todo ello, concluimos que para alcanzar una vida equilibrada, es necesario que en cada una de las energías y fuerzas que se despliegan en nuestra vida: las energías del día, de la noche, del clima y las estaciones, las energías que surjan en las relaciones personales, las energías del tipo de alimentos que consumamos, las del tipo de trabajo que tengamos, etc. van a ejercer su influencia en el sistema de ecuaciones YIN y YANG en el que está basada nuestra vida, y nuestra labor es la de hallar el equilibrio de ese sistema, que no será un equilibrio exacto dado el carácter relativo de todas esas fuerzas, pero sí que será un intervalo (hablando en términos matemáticos) en el que todas esas fuerzas deben influir en nuestra vida. De todo ello, se ocupa la macrobiótica, de encontrar la proporción óptima en la que dos fuerzas opuestas se complementan