Según los resultados de un estudio reciente, una dieta rica en ácidos grasos omega 3 podría reducir la cantidad de dolores de cabeza en las personas que sufren migrañas. Esto se debe a que los investigadores han encontrado moléculas relacionadas que ayudan a aliviar el dolor. Estas podrían estar vinculadas con el empeoramiento del dolor y la provocación de migrañas.
Respecto a las declaraciones de los autores del estudio, estos subrayaron que “la dieta utilizada no mejoró significativamente la calidad de vida, pero produjeron reducciones grandes y sólidas en la frecuencia y la gravedad de los dolores de cabeza en relación con la dieta de control”. Así lo afirmó el equipo de la Universidad de Carolina del Norte.
Por lo tanto, los investigadores añadieron que se trata de un estudio que “proporciona una demostración biológicamente plausible de que el dolor se puede tratar a través de alteraciones dietéticas específicas en los seres humanos”. Es más, los hallazgos colectivos sugieren mecanismos causales que vinculan los ácidos grasos omega-3 y omega-6 con la regulación del dolor, “abriendo la puerta a nuevos enfoques para el manejo del dolor crónico en humanos”.
Cómo reducir los dolores de cabeza
En este sentido, el equipo de investigación identificó las moléculas relacionadas (oxilipinas) como la fuente potencial de bioactividad. Destacaron el papel de los receptores de oxilipinas en las vías centrales de procesamiento del dolor, lo que implica un vínculo directo entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6 y la aparición del dolor de cabeza.
Sin embargo, el Dr. Alister McNeish, profesor asociado de farmacología cardiovascular en la Universidad de Reading, señaló los posibles efectos de sustancias químicas más establecidas que no se pueden descartar. Por ejemplo, los autores especularon sobre un mecanismo que refleja altos niveles de reducción de omega-3 de oxilipinas que causan dolor, pero no afectó a otras sustancias químicas que causan dolor con vínculos más establecidos con el dolor de cabeza, como el CGRP y ciertas prostaglandinas (PGE2).
Por otra parte, existe una gran cantidad de otras vías en el cuerpo que pueden verse afectadas por los cambios en el consumo de ácidos grasos en la dieta. McNeish añadió que las personas propensas a sufrir dolores de cabeza no deberían empezar a tomar suplementos de ácidos grasos omega 3 debido a los hallazgos de este estudio.
Claves de la suplementación con omega-3
Cabe señalar que los suplementos de ácidos grasos omega 3 varían en su pureza, composición y potencia, por lo que sería difícil que coincidieran con precisión con los alimentos suministrados en este estudio, tal y como refleja el Dr. Alister McNeish.
Concretamente, para este estudio se necesitó la participación de 182 personas (88% mujeres; edad promedio 38 años) con dolores de cabeza por migraña entre 5 y 20 días al mes. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a una de tres dietas durante 16 semanas.
La dieta de control incluía niveles típicos de ácidos grasos omega 3 y omega 6. Por su parte, una de las dietas de intervención mantuvo la ingesta de ácidos omega 6 igual que la de control; mientras que la última redujo la ingesta de ácidos omega 6. El estudio pidió a los participantes que completaran la prueba de impacto del dolor de cabeza (HIT-6), es decir, un cuestionario que evalúa el impacto del dolor de cabeza en la calidad de vida. También se anotó la frecuencia del dolor de cabeza.
Los resultados revelaron que ambas dietas de intervención aumentaron los niveles de ácido oxilipínico 17-hidroxidocosahexaenoico (17-HDHA), que reduce el dolor, en comparación con la dieta de control. Las puntuaciones de HIT-6 mejoraron en ambos grupos de intervención, aunque no se consideraron significativamente diferentes del grupo de control. En cambio, la frecuencia del dolor de cabeza disminuyó estadísticamente en ambos grupos de intervención.
Hallazgos clínicamente significativos
En un editorial vinculado que analiza los hallazgos del estudio, la Dra. Rebecca Burch, especialista en medicina del dolor de cabeza, comentó que “el estudio fue negativo, pero habría sido positivo si se lo juzgara por criterios de valoración más adherentes a las pautas”. Las pautas y normas regulatorias de la Sociedad Internacional de Cefaleas especifican el uso de la frecuencia de los dolores de cabeza o las migrañas como la medida de resultado preferida para los ensayos de intervenciones preventivas para la migraña.
Además, los grupos de intervención experimentaron una reducción clínicamente significativa en las puntuaciones HIT-6 en comparación con las puntuaciones iniciales y en comparación con el grupo de control.
De cara a las declaraciones de Tom Sanders, profesor emérito de Nutrición y Dietética en el King’s College de Londres, el estudio tuvo “alguna limitación, ya que las dietas diferían con respecto a varios componentes menores”. Sin ir más lejos, aumentar la ingesta de salmón también incrementa la ingesta de varios otros micronutrientes como la vitamina D y el selenio, así como la ingesta de ácidos grasos omega-3 de cadena larga.
Por último, es importante destacar que el estudio no proporciona ninguna evidencia que demuestre que los suplementos dietéticos de ácidos grasos omega-3 brinden beneficios. Sin embargo, el consejo de comer cantidades moderadas (1-2 porciones por semana) de salmón sería coherente con los consejos actuales de alimentación saludable.
Referencias
Ramsden CE, Zamora D, Faurot KR, MacIntosh B, Horowitz M, Keyes GS, Yuan ZX, Miller V, Lynch C, Honvoh G, Park J, Levy R, Domenichiello AF, Johnston A, Majchrzak-Hong S, Hibbeln JR, Barrow DA, Loewke J, Davis JM, Mannes A, Palsson OS, Suchindran CM, Gaylord SA, Mann JD. Dietary alteration of n-3 and n-6 fatty acids for headache reduction in adults with migraine: randomized controlled trial. BMJ. 2021 Jun 30;374:n1448.