Algunos extractos vegetales y ciertos productos y nutracéuticos podrían tener un papel potencial en la desaceleración de la progresión del deterioro cognitivo. Esto significa que podrían intervenir de manera positiva en enfermedades como el Alzheimer, mejorando la capacidad de memoria y el comportamiento general en las personas con demencia.
Concretamente, la enfermedad de Alzheimer representa el 60-80% de todas las demencias. Debido a que en este momento no existe cura, se debe considerar el papel de los productos botánicos y nutracéuticos para la reducción de riesgos, la prevención y la alteración de la enfermedad.
El deterioro cognitivo y el envejecimiento
Los primeros síntomas en este tipo de afecciones suelen estar relacionados con problemas con la memoria, el lenguaje, el pensamiento y el juicio. Además, el deterioro cognitivo leve puede aumentar el riesgo de demencia, ya que aproximadamente entre el 10 y el 15% de los pacientes desarrollan algún tipo de demencia.
También es importante observar cómo avanzan otros posibles problemas de salud como la hipertensión, la apnea del sueño y la depresión, ya que estas afecciones pueden afectar la memoria. Para abordar estos problemas puedes acudir a un profesional de la salud que te asesore acerca de los mejores suplementos alimenticios para ayudar a prevenir y/o tratar este tipo de afecciones.
Los beneficios de la acetil-L-carnitina
Se trata de un componente derivado de la L-carnitina, aminoácido que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano. Esta se produce en el cerebro, el hígado y los riñones a partir de lisina y metionina, mientras que su función principal es transferir ácidos grasos de cadena larga en su forma de éster a través de la membrana mitocondrial antes de la betaoxidación. Este proceso convierte la grasa en energía.
Debes saber que la acetil-L-carnitina se utiliza para una amplia variedad de afecciones, como el apoyo para la enfermedad de Alzheimer y el deterioro cognitivo relacionado con la edad. No obstante, existen muchos usos que van desde la fatiga relacionada con la edad y el rendimiento deportivo hasta problemas graves como la neuropatía diabética y la encefalopatía hepática, entre otros.
Asimismo, la acetil-L-carnitina podría ralentizar la velocidad de progresión de la enfermedad de Alzheimer, así como mejorar la memoria y mejorar las medidas de la función cognitiva.
Investigación con acetil-L-carnitina
Un estudio doble ciego, controlado con placebo, aleatorizado y de grupos paralelos de un año de duración realizado en 1996 comparó el clorhidrato de acetil-L-carnitina (ALCAR) con placebo en pacientes con probable Alzheimer. Un total de 431 pacientes de 50 años o más ingresaron al estudio con probable enfermedad de Alzheimer de leve a moderada y recibieron un gramo tres veces al día de ALCAR o placebo durante 12 meses. El 83% completó el año de tratamiento.
El componente cognitivo de la Escala de evaluación de la enfermedad de Alzheimer y la Escala de calificación clínica de la demencia fueron las mediciones de resultados principales. A primera vista, tanto los pacientes tratados con ALCAR como los tratados con placebo empeoraron al mismo ritmo en todas las mediciones primarias y la mayoría de las mediciones secundarias. Sin embargo, al comparar los resultados, el equipo de investigación sugirió que los pacientes con Alzheimer menores de 65 pueden beneficiarse del tratamiento con ALCAR, mientras que la respuesta fue menos efectiva en los pacientes mayores.
Por otra parte, en un pequeño estudio piloto de 30 pacientes con demencia de leve a moderada con probable enfermedad de Alzheimer, se comparó un clorhidrato de acetil levocarnitina a 2,5 g/día durante 3 meses seguido de 3 g/día durante 3 meses con placebo. Se administraron pruebas de memoria, atención, lenguaje, habilidades visoespaciales y de construcción junto con la medición del líquido cefalorraquídeo para el clorhidrato de acetil levocarnitina.
Una vez superados los primeros seis meses, el grupo de tratamiento tuvo un deterioro significativamente menor en varias tareas mensurables, aunque no se encontraron diferencias en ningún otro resultado de prueba neuropsicológica. Un pequeño subgrupo con las puntuaciones iniciales más bajas y que recibió el suplemento, tuvo un deterioro significativamente menor en la prueba de memoria verbal y un aumento significativo en los niveles de acetil levocarnitina en el líquido cefalorraquídeo en comparación con el placebo. Nuevamente, podríamos estar viendo una capacidad de la acetil levocarnitina para retardar el deterioro en algunas áreas cognitivas en pacientes con Alzheimer.
Dosis y contraindicaciones
Habitualmente, para el deterioro cognitivo relacionado con la edad, las dosis orales de acetil-L-carnitina varían de 1500 a 2000 mg diarios. Para la enfermedad de Alzheimer, se han usado de 1500 mg a 3000 mg diarios. De todos modos, es preferible consultar con tu médico antes de tomar una decisión al respecto.
Cabe señalar que la acetil-L-carnitina generalmente se tolera bien, pero puede causar náuseas, vómitos, malestar gastrointestinal, sequedad de boca, anorexia, agitación, dolor de cabeza e insomnio.
Los beneficios de la fosfatidilserina
En este caso, estamos ante un fosfolípido sintetizado en el cuerpo, un componente de la bicapa de fosfolípidos de la membrana celular. La fosfatidilserina se encuentra en grandes cantidades en el cerebro y, particularmente, en la mielina.
Los suplementos o productos ricos en fosfatidilserina se han utilizado vía oral para las demencias, incluida la enfermedad de Alzheimer, y en el deterioro cognitivo relacionado con la edad. También se ha utilizado para mejorar la función cognitiva en personas jóvenes, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la depresión, con usos adicionales para prevenir el dolor muscular inducido por el ejercicio y mejorar el rendimiento atlético.
Varios estudios clínicos muestran que la fosfatidilserina mejora la atención, la excitación, la fluidez verbal y la memoria en personas mayores con deterioro cognitivo. Sin ir más lejos, una investigación reciente evaluó la eficacia y la seguridad de la fosfatidilserina (PS) oral 300 mg/día durante 6 meses frente a placebo en un grupo de pacientes de edad avanzada con deterioro cognitivo.
Para este estudio se reclutaron a 494 hombres y mujeres de edad avanzada con deterioro cognitivo moderado a grave y de entre 65 y 93 años en unidades de atención clínica en Italia. Se examinó a los pacientes al inicio del estudio y a los 3 y 6 meses. Las mejoras que se observaron fueron estadísticamente significativas en el grupo tratado con fosfatidilserina en comparación con el grupo placebo, tanto en los parámetros cognitivos como en los conductuales.
Cómo tomar fosfatidilserina
Las fuentes de fosfatidilserina disponibles son de origen bovino o vegetal y muchas veces provienen de la soja o la col. Se ha utilizado fosfatidilserina de origen bovino y vegetal, 100 mg tres veces al día durante hasta 6 meses, en el deterioro cognitivo relacionado con la edad. Para la enfermedad de Alzheimer, se ha utilizado fosfatidilserina de origen bovino, 300-400 mg/día en dosis divididas.
La fosfatidilserina oral suele tolerarse bien, aunque algunos pacientes pueden experimentar malestar gastrointestinal, flatulencia, náuseas, dolor de cabeza o insomnio. Esto suele ocurrir cuando se toman dosis más altas, como 600 mg/día. Así mismo, las interacciones farmacológicas moderadas incluyen inhibidores de la acetilcolinesterasa, anticolinérgicos y colinérgicos. Se recomienda precaución debido a la posibilidad teórica de que la fosfatidilserina pueda aumentar los niveles de acetilcolina y potencialmente causar efectos colinérgicos.
Otros nutrientes para el apoyo del cerebro
En este artículo no se han mencionado una serie de agentes nootrópicos que también pueden servir de apoyo nutricional para impulsar el sistema cerebral, especialmente para prevenir ciertas enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Estos ingredientes que no aparecen aquí pueden ser bacopa, rodiola, ginkgo biloba, L-teanina, Panax ginseng, resveratrol e incluso la cafeína.
Asimismo, nutrientes como la colina forman parte de la acetilcolina, un neurotransmisor ampliamente distribuido en el sistema nervioso central y en el sistema nervioso periférico. Juega un papel fundamental en numerosas funciones del cerebro como la memoria y la capacidad de aprendizaje, así como la atención. Además de esto, la acetilcolina es necesaria para un correcto control de los músculos y nervios de todo el organismo.
Por otra parte, las vitaminas del grupo B tiamina (B1) y cianocolabalamina (B12), contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso y de la función psicológica, mientras que la riboflavina (B2), además de apoyar la salud del sistema nervioso, también ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
Complementos alimenticios como Recumem de Suplementos Zeus incluye en su formulación una combinación de varios de estos valiosos nutrientes.
Para terminar, es fundamental considerar factores relacionados con el estilo de vida saludable y una dieta equilibrada que incluya verduras, frutas, frutos secos, pescado y otros alimentos saludables para el cerebro. Estos consejos pueden ser determinante para ayudar a retrasar el envejecimiento cerebral y reducir el riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Referencias
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