Dejar el cigarrillo
En el momento actual, en el mundo, existe una enorme población consumidora de cigarrillos y por tanto expuesta a los riesgos del fumar. De ellos, un grupo conciente del peligro sobre el cigarrillo, está dispuesto a dejar de fumar o reducir sustancialmente el consumo de cigarrillos, en tanto que otro, totalmente desinteresado o ignorante desea seguir fumando igualmente.
Dejar el cigarrillo y ganar en salud
Elaboración de el cigarrillo menos tóxico
A pesar de haberse demostrado el riesgo que representa para la salud el hábito de fumar y estar informada de ello una gran parte de la población, el hecho real es que muchos son los fumadores que aún deseando abandonar este hábito, lo continúan practicando. Para ellos, la única solución al problema, es que se fabrique el cigarrillo lo menos tóxico posible.
En esta acción, están trabajando actualmente múltiples centros de investigación y en ello están particularmente interesadas las empresas tabacaleras. Se han identificado más de mil compuestos químicos en el humo del tabaco que produce el cigarrillo y muchos de ellos poseen actividad biológica. Casi la mitad está en el tabaco y el resto se forma en el proceso de la combustión. Existen muchas sustancias que aún se desconocen.
Conocer el enemigo la mejor forma para dejarlo
Entre las sustancias que componen el humo está la nicotina, la parte condensada de las partículas en suspensión denominada comúnmente alquitrán, el óxido de carbono (CO), hidrocarburos policíclicos aromáticos, gases varios (N.O. CO2), compuestos orgánicos muy volátiles, HCN, acroleina, acetaldehído, nitrosaminas, aminas aromáticas, compuestos fenólicos, etc. Por diversos procedimientos, se ha tratado de reducir en el cigarrillo la proporción de aquéllos más perjudiciales para la salud.
La cantidad de alquitrán de los cigarrillos se puede disminuir por variados procedimientos. Por las características del tabaco usado. El contenido del alquitrán del tabaco depende del método de cultivo, de las variedades de la planta del tabaco, del tratamiento al cual se le somete luego de cosechado, de la fertilización, del clima, del lugar geográfico y de la posición de las hojas en la planta. Las hojas más bajas producen más alquitrán que son fundamentales para el cigarrillo. También es importante el proceso a que se somete el tabaco, para mejorar su combustión, mediante la extracción de algunos de los componentes precursores del alquitrán y reconstitución posterior del mismo. Asimismo, se ha agregado material inerte que no se quema (caolín, alúmina activada, cal, CO3Ca, etc.), para reducir el alquitrán, así como también sustitutos artificiales del tabaco, como celulosa procesada, azúcar, etc. Las sustancias que dan aroma al tabaco (mentol, limón, vainilla, etc.), no modifican el alquitrán de el cigarrillo. El aumento de la porosidad del papel, reduce la producción de alquitrán y facilita la combustión del cigarrillo entre pitadas.
Reducción de la nicotina
El tabaco crudo contiene de O.3 a 7% de nicotina. Este contenido depende de muchos factores: de la variedad de la planta, de la ecología (atmósfera, suelo, clima, etc.), de la densidad del plantío, de los fertilizantes, de la época de la cosecha, de la localización de la hoja, del uso de sustancias químicas que aceleran la maduración, etc. La selección de las hojas durante la cosecha, es el medio más generalmente usado para reducir el contenido de nicotina del tabaco para la fabricación de el cigarrillo.
Se puede también lograr una reducción biológica de la nicotina. Así ocurre durante el desecado y almacenamiento del tabaco de las variedades Burley y Virginia por un período de 2 a 3 años. Es posible que se deba a un proceso de estabilización y fermentación del alcaloide. La fermentación del tabaco ocurre a alta temperatura (50° C.) y en ambiente húmedo.
Recientemente, en el tabaco homogeneizado con agua y sometido a acciones enzimáticas y luego reconstituido, se logró reducir el contenido de nicotina. Por oxidación se puede transformar la nicotina en oxinicotina que es menos tóxica para la elaboración de el cigarrillo. Esto se logra con peróxido de hidrógeno, ozono o alcalinización con diversos productos químicos. Se ha tratado de extraer la nicotina del tabaco, lo que en parte se logra remojándolo en agua; extrayéndola con disolventes orgánicos en medio alcalino o por destilación al vapor. La aereación, la refrigeración y el desecado del tabaco, disminuyen el contenido de nicotina.
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También se ha mezclado el tabaco con otros vegetales. Pero lo que más se usa ahora es la celulosa degradada. Asimismo, se ha logrado reducir el desprendimiento de la nicotina. La humedad y el agregado de azúcar disminuyen la producción de nicotina para el cigarrillo. También el nitrato de sodio, pero genera nornicotina y nitrosaminas riesgosas para la salud.
La mayor porosidad del papel de fumar, reduce la nicotina del tabaco. El 80% del humo del tabaco está constituido por gases, N. O. CO, CO2, etc. Aumentando el volumen de filtración de aire, se reduce porcentualmente la nicotina del humo Importancia del óxido de carbono (CO).
En la combustión del tabaco se produce una cantidad variable de óxido de carbono. En el humo de la pipa es menor (1%) que en el cigarrillo (1 a 7%), o en los cigarros ( 9 a 13%). Normalmente un adulto posee 1.5% de carboxihemoglobina (HbCO) en su sangre. Este compuesto es muy estable, y por muchas horas impide el correcto transporte y desprendimiento del oxígeno en los tejidos.
Un cigarrillo produce de 2 a 8% de HbCO y la cantidad aumenta con la profundidad de la inhalación. Los fumadores intensos pueden tener una concentración de 15 a 20% de HbCO en la sangre. El nivel de HbCO de los que fuman pipa o cigarros es generalmente de 1 a 2%. Un fumador de cigarrillos que pasa a la pipa inhalando profundamente el humo, puede llegar a tener 20% de HbCO en su sangre.
El cigarrillo con filtroEn los países evolucionados y en muchos otros, en los últimos 25 años, se han impuesto los cigarrillos con filtro. En Estados Unidos en 1974, representaban el 86% de todas las ventas. Con ello y otras acciones, se logró reducir el alquitrán y nicotina de muchas marcas de cigarrillos del 30 al 50%.
El filtro más común, es un cilindro que contiene alrededor de 10 a 15 mil filamentos de acetato de celulosa y que siguen la dirección del humo. Las fibras individualmente tienen aproximadamente 6 zig-zags por cada centímetro en el cigarrillo. El gliceril triacetato o el trietileno glicol diacetato los adhiere dándoles una más firme estructura. Otros filtros están confeccionados con papel corrugado y carbón absorbente, interpuestos en el papel, o contenidos en una cavidad separada en el filtro.
Otros modelos, llevan piezas de plástico, en relación con los poros de la envoltura del papel, que permiten mezclar el humo interno de el cigarrillo con el aire. Uno más reciente y eficiente, consiste en un denso paquete de fibras de acetato que están cuidadosamente unidas. Son más compactos y de fibras más finas. Son más eficientes pero son resistidos por los fumadores, por el mayor esfuerzo que exigen al fumar.
Los filtros ventiladores (perforados) permiten reducir con el aire, el alquitrán y nicotina y otros componentes no eliminados por el filtro. Los hidrocarburos policíclicos y el óxido de carbono, no son selectivamente retenidos por los filtros. En cambio son removidos más adecuadamente los compuestos fenólicos, que con algunos filtros pueden alcanzar al 85%. También se ha usado en el cigarrillo gránulos de carbón, conjuntamente con acetato de celulosa.